Es domingo. El cielo gris que entreveo desde el sillón quiere llover, pero no llueve. Me resuenan las últimas palabras que el auricular ha dejado en mi oído:
-"Eres fuerte - me dicen -eres tan fuerte... tú puedes con todo; quién pudiera "
¿Quién pudiera? ¿Quién quiere?
No sé cuándo, cómo, por qué o por quién fui fuerte un día, pero ya no quiero ¿Querer es poder? ¿Dejo de ser fuerte sólo por mi voluntad de no serlo ya? ¿Sabré? Quizás es como nadar o montar en bici y no lo olvidaré nunca. Repudio mi supuesta fortaleza, no la quiero, no acudan a ella, por favor, sólo es un trozo de recuerdo en un sillón, un domingo sin sol. Nada más .