Las heridas en este comienzo del año ya cauterizas comienzan a dejar perpetrar en la piel la desazón de recordar su existencia.
Te grito para mis adentros en compañía de la distancia, a mi lado la soledad de siempre me acompaña, yo le oígo con desgano, mis sentidos acompañan el cuerpo de ella, mi cuerpo me incíta a correr en contra sentido y besarle, caer encima de su cuerpo y decirle mi verdad... dejo sin embargo que el aire sea quien la lleve como única compañía entre las avenidas...
Veo por penúltima vez su rostro desvanecerse tras las hileras de personas que componen el centro de la ciudad, me pregunto si ella reconocerá mis ojos dentro de algunos meses, cuando el aire del mar haya nuevamente compenetrado sus manos y el viento de la dunas sellado sus labios.
Acaso ya todo acabo?
Mi telefonó suena....despierto, es solo un sueño, no suena....nunca sonará.
Mariposa negra
que mancha mi esperanza
con su lento aleteo
de presagios amargos.
Te posas en mis manos...
y ya no sé tejer
los soles de la tarde.
Sólo rasgar poemas.
Nos dicen que a tus años y a mis años ya no tenemos edad para amarnos. Que nos espera por todo hogar las cuatro paredes de un asilo, como única ventana la luz de un televisor, como única emoción las partidas de cartas, como única compañía el calor de un animal y como única esperanza esperar un nuevo día.
¡Yo sigo vivo!. Mis manos todavía pueden acariciar, y mis labios se mueren por volver a besar los tuyos. Mis pies aún recuerdan los viejos pasos de baile, y mis brazos todavía pueden estrecharte con fuerza, para cálidamente protegerte, otra vez, de cualquier viento.
Ni tus sentimientos ni los míos tienen arrugas, están limpios, claros a la luz de nuestros ojos. Tu cuerpo y el mío hace mucho que dejaron de ser niños; pero tienes los ojos azules de niña traviesa, y mi alma corre todas las tardes a la playa resistiéndose día a día a madurar, para poder volver a jugar entre las peñas, e ir a robar para ti manzanas de los huertos prohibidos Pero no recuerdes, no quiero recordar el pasado, ni el bueno, ni el malo. Quiero vivir el ahora, el ya, contigo abrazados.
Vivir nuevas emociones, inventar nuevos besos, recorrer nuevos senderos. Antes de volver a encontrarte vagaba como un minero sin luz, entre frías galerías de infinita oscuridad azul, excavando cada día, con mis manos, una nueva razón para vivir. Pero ahora tú eres mi faro, mi razón única, mi esencia. Quiero volver a pasear mis dedos por tu melena, a que vuelvas a sonreír con mis tonterías, a tomar un helado compartido, a acariciarnos en la oscuridad y abrazarnos hasta el amanecer.
No me hables de los años pasados y perdidos, el único tiempo para mi baldío es el que pasa sin estar a tu lado, sin poder decirte que te quiero, sin querer amarte, sin amar hasta querer morir en tus brazos, sin morir por tu querer, sin querer que me ames como yo te quiero, y te amo, y muero. Y sé que me quieres; porque la luz de tus ojos es la misma de siempre y tus ojos nunca han mentido.
El tiempo ha pasado y nuestras vidas han corrido y tropezado muchas veces. Maldigo a la parca que ha jugado con los hilos de nuestro destino. Pero ahora volvemos a unirnos, no en nuestra hora final, sino en una nueva hora primera.
Que digan lo que digan nuestros hijos y nietos, que puede que lleven nuestra sangre; pero no nuestros sentimientos. Que a tus años y a los míos vamos a amarnos hasta el último suspiro.
Dos semillitas están juntas en la tierra sembrada.
La primera dijo: -¡Quiero crecer! ¡Quiero que mis raíces lleguen muy abajo en el suelo y que mis retoños rompan la corteza de la tierra que tengo arriba... Quiero despleagar mis tiernos brotes como banderas para anunciar la llegada de la primavera... Quiero sentir el calor del sol en mi cara y la bendición del rocío matinal en mis pétalos.
Y entonces creció.
La segunda semilla dijo: -Tengo miedo. Si dejo que mis raíces vayan abajo, no sé que encontraré en la oscuridad. Si me abro camino a través del suelo duro, por sobre mí, puedo dañar mis delicados retoños... ¿Y si dejo que mis brotes se abran y una serpiente trata de comerlos? Además, si abriera mis pimpollos, tal vez un niño pequeño me arranque del suelo. No, me conviene esperar hasta que esté seguro.
Y entonces esperó.
Un ave que andaba dando vueltas por el lugar en busca de comida, encontró la semilla que esperaba y enseguida se la tragó.
Los que se niegan a correr riesgos al crecer son tragados por la vida.
Soñando te estuve buscando para decirte que te sigo amando... Que ya no puedo vivir sin ti desde aquel beso que te di... Que no resisto la emoción que siente este iluso corazón... Que ya mi mente,no piensa nada más que en verte... Que ya mis pasos caminan solos a tus brazos... Que ya no duermo para no dejar de soñarte despierto... La distancia es grande y mis travesías por ti, gigantes... Te veo cerca y sigues igual de lejos tal vez nunca llegaré a alcanzarte... Pero nada ni nadie hará que deje de amarte...
Dos minutos pasadas las 24 hs, en la computadora suena elegia de ismael serrano, la tele esta prendida y la noche es fria y con mas ganas de seguir lloviendo, estoy entre irme a dormir o escribir.
Hago lo segundo, pienso en mi vida, mi adolecencia, mi juventud, donde están esos amigos que no veo hace tanto y tanto tiempo, como uno va dejando de lado cosas a medida que pasan los años, un dia nos encontramos con alguien y nos hace recordar a algún amigo que se nos fue de la memoria por este bendito y continuo trajin a que nos somete el diario vivir, creo que uno llega a una edad en la que las preguntas que nos hacemos son mas profundas, los recuerdos nos llegan mas al corazón, las noches en una esquina del barrio, los partidos en el potrero, quizá no teniamos tanto , pero vivíamos mas tranquilos, no digo que era mejor, pero si mas llevadero, nos conformábamos con poder salir el sábado, comprar alguna ropa de vez en cuando y después solo tener la cabeza libre para los amigos. Cuando queremos acordar nos pasa la vida por encima, los años se escapan como agua entre los dedos y ya somos adultos, ya nada es igual, ni la esquina, ni las calles del barrio, ni nosotros mismos ,todos cambiamos, el destino nos tiene reservado para cada uno el personaje que representaremos en esta gran obra que es la vida, yo no me puedo quejar, aprendí que hay que vivir dia a día, que el de arriba me dio una buena familia, que tengo la fortuna de estar acompañado, que mucha gente esta sola, que tengo suerte y que no hay que quejarse tanto y pegarle para adelante, los golpes te hacen mas fuerte, no hay nada que no se tenga si el deseo es grande, si uno esta convencido de lo que quiere, si pone lo mejor para salir, no hay imposibles y yo se que en poco tiempo lo malo que nos esta tocando vivir será solo un recuerdo que dejará experiencias para seguir mas fuertes por esta vida que muchas veces se presenta traicionera y nos muestra su peor cara, pasaron 24 minutos de las 24 hs, ya me saque las ganas de escribir,Ismael canta duce memoria ,la noche sigue fría, quizá amanezca lloviendo, afuera el mundo sigue su camino, dentro mio siento la tranquilidad de haber peleado todas las batallas que me tocaron hasta ahora de la mejor manera posible, mañana, mañana sera otro dia ....hoy es otro dia.
... de estar solo, de mirarte interiomente y de encontrarte en tu silencio.
Ten miedo de ser un solitario, aislado de tus hermanos, desconfiado, sin amigos y sin comunicación.
Nunca temas decir la verdad o expresar con claridad lo que sientes y afirmar aquello que has visto o has oído.
Teme más bien engañarte a tí mismo, autoconvencerte de la mentira o colocar máscaras en tu rostro.
Sé tu mismo en donde estés, aceptando a los otros como son. Vive con intensidad y dinamismo.
Rompe tus murallas y levántate; y la vida será para tí un canto y cada día será una fiesta.
Te beso y muerdo tu amor
con esta misma boca
Te enredo entre mis huesos
y me muero
por desatarme de tí
Te escupo,
te bebo,
te rompo,
te contemplo,
te mato,
te construyo,
te ataco,
te defiendo.
Soy un gusano alado
que vuela bajo tierra.
Con una rara alegría de barros
y de sombras.
Una luz que se pierde
en el fondo del agua,
que rasga lo intocable...
Que nunca llega a ser.
Todavía lloramos.
Y qué bueno que así sea.
Las lágrimas rara vez hacen mal.
Son siempre una catarsis, una liberación, una forma de decir que nadie es auto-suficiente.
En ésta confesión de franqueza humana se esconde un acto de humildad de quien reconoce que llegó a una encrucijada.
Y, cuando esto hiere demasiado, los ojos dicen lo que la boca no consigue pronunciar.
Hay lágrimas de dolor, lágrimas de amor, lágrimas de alegría incontenible, lágrimas de tristeza, lágrimas silenciosas de paz y de ternura, lágrimas de gratitud por un elogio realizado en el momento preciso, lágrimas de esperanza, lágrimas de inocencia.
Pero también hay lágrimas de vergüenza, de necedad, de desafío, de chantaje, de egoísmo por no haber conseguido lo que se quería.
Hay quien llora por cualquier cosa y hay quien tiene vergüenza de llorar,
cuando llorar era la única cosa decente que podía hacerse.
Es muy probable que existan cosas mucho más bonitas que una persona llorando en paz.
Pero, después de las siete maravillas del mundo, muy bien se podría proponer la que sigue como la octava:
Un monumento a la persona que todavía llora por amor y que además no tiene vergüenza de mostrar que dentro de ella habita un sentimiento noble.
De las cosas más bonitas que conozco, una de ellas es la sonrisa de una persona ...y otra, la lágrima silenciosa de alguien que desea comenzar de nuevo.
Es ciertamente real aquello que de tan fantastico se pudrió, simplemente se acabo para más nunca reiniciar, con el abrir de los parpados cansados; con el amanecer de los días mas cansado que un par de años atrás, la esperanza se desilacho en mis retazos rotos, no quedo más que derramar una lagrima por el costado, tomar el vaso de plastico con un poco de licor y apretar los dientes mientras los ojos vislumbran la verdad elocuente.
Aquella madrugada el sol calo mi mente recordandome las imagenes, mis palabras y acciones, caí en coma y cuenta tambien de que el amanecer traía consigo la verdad de lo evidente, mis pupilas habían perdido el sentido a buscar la luz, al enterarse que el destino las había engañado, quitandoles de la vista la imagen de su devoción. cautivandola con otros labios, con carne ajena.
Vale la pena entregar todo, porque cada sonrisa y lágrima son sinceras.
Vale la pena agachar la cabeza y bajar las manos, porque al levantarlas sere más fuerte de corazón.
Vale la pena una lágrima, porque es el filtro de mis sentimientos, a traves de ella me reconozco frágil y me muestro tal cual soy.
Vale la pena cometer errores, porque me da mayor experiencia y objetividad.
Vale la pena volver a levantar la cabeza, porque una sola mirada puede llenar ese espacio vacio.
Vale la pena volver a sonreir, porque eso demuestra que he aprendido algo más.
Vale la pena acordarme de todas las cosas malas que me han pasado, porque ellas forjaron lo que soy el día de hoy.
Vale la pena voltear hacia atras, porque asi se que he dejado huella en los demás.
Vale la pena vivir, porque cada minuto que pasa es una oportunidad de volver aempezar.
Todo esto son solo palabras, letras entrelazadas con el único fin de dar una idea. Lo demas, depende de cada uno de nosotros.
Dejemos que nuestras acciones hablen por nosotros.
"Hagamos que nuestra vida valga la pena"
Era Septiembre, sus ojos brillaban impecables, tenía una mechas tiesas sobre su cabeza que en mi generaban cierto grado de ternura, contenía en las mejillas manchones oscuros, los movimientos sencillos y las palabras abruptas pero exactas, se reía de lo incorrecto y cometía demasiados errores para con el resto, para mi eran los necesarios para recordar que era humana y que en la inexactitud de su persona era perfecta para mí.
Me acercaba reacio a ella pero sus labios prometían una sonrisa a mi persona que calmaba de inmediato mis inquietudes, en ese instante me sonrojaba pero ella no lo notaba o se hacía la tonta o que se yo, jugueteabamos a no saber que eramos, ni que haciamos con nuestras vidas, nos cruzabamos en un pasillo, en una escalera y en mi las reacciones era exacervadas sentía que era un estallido constante de alucinaciones, yo en ese momento me hubiese dejado caer en su cuerpo, en sus pupilas, caído entre sus brazos para nunca más huir. Te reías, y yo era tan feliz en esa nebulosa que llamaba simple coquetertía estupidez, bah... ya ni siquiera se que hacíamos, entre esas calles vacias, entre tus voz engorrosa, entre la vista de los demás, nuestros cuerpos solo se veían a solas cuando el destino acordaba de dejarnos un momento por algunos instantes, yo no lo sabía en ese segmento de tiempo pero inconcientemente ataba mi destino a tu boca, manos, pasos, yo no lo sabía... pero insensato de mí, estaba perdiendo la vida en un juego sin reglas, ni principios, sin finales acabados, sin esperanzas, sin premios, que solo se encontraba acompañado de la nada.