Fruta silvestre que hueles a café cada mañana
y haces de las palabras himnos de esperanza.
Traigo para ti un sueño que desconozco
y una canción que aún no he cantado.
Traigo un ramo de pensamientos
para arrullar sin prisa en el ocaso.
Cuando sales a ver la luna
las distancias se hacen claras como tú,
cuando caminas bajo la lluvia
los ríos crecen, viven los peces
pequeña fruta silvestre coronada de ilusión.
Racimo de lirios temblantes pegado a mí,
el color sube a tus mejillas
como el sol a las mañanas.
Te miro y soy feliz.