Eres un volcán que comienza a erupcionar.
Cada poro de tu piel se cubre de un sudor
que provoca un dolor inhumano y la piel se vuelve roja como la lava ardiente.
El frio de la calle se pega a los cristales
y observo desde fuera como tu piel lucha y se enciende.
Un día tú vida cambió.
Mientras llorabas sobre la almohada sola con tu dolor,
unas manos frias te cubireron la espalda,
las heridas más abiertas,las que mas dolían.
Eran como hielo,
Las manos se quedaron unos momentos,
recorrieron todas las marcas que se veían en tú espalda,
con besos,con caricias, con palabras,con sonrisas...
Las heridas se fueron cerrando,
Tú vida empezo a cambiar.....ese día empezaste a amar.
Ricardo.