Sentir como suavemente se deshace en tu boca un cuadradillo de azúcar y como se va tranformando en un líquido agradable y dulce.
Sentir el pasto húmedo en la planta de tus pies mientras das un paseo.
Mirar el cielo tendido de espaldas sin distancias, creyendo en la eternidad del momento.
Tocar, tocar los ojos de quien amas mientras te mira sin descuido; perderse en sus pupilas deteniendo el tiempo.
Soñar con imposibles, con posibles y con inevitables. Vivir.
Ricardo.
Escrito por mi tribu urbana a las 17 de Diciembre 2008 a las 09:10 PM