Nadie alcanza la meta con un solo intento,
ni perfecciona la vida
con una sola rectificación,
ni alcanza la altura con un solo vuelo.
Nadie camina en la vida sin haber
pisado en falso muchas veces.
Nadie recoge cosechas sin haber probado muchos sabores,
enterrar muchas semillas y abonar la tierra.
Nadie mira la vida sin acobardarse en muchas ocasiones,
ni se mete en el barco sin temerle a la tempestad,
ni llega al puerto sin remar muchas veces.
Nadie siente el amor sin probar sus lagrimas,
ni recoge rosas sin sentir sus espinas.
Nadie hace obras sin martillar sobre un edificio
ni cultiva una amistad sin renunciar a sí mismo.
Nadie llega a la otra orilla sin haber ido haciendo
puentes para cruzar.
Nadie puede juzgar sin conocer primero su propia debilidad.
Nadie consigue su ideal sin haber pensado muchas veces que
perseguía un imposible.
Nadie reconoce la oportunidad hasta que esta pasa por un lado y
la deja ir.
Nadie debe vivir sin cambiar,
ver cosas nuevas, experimentar otras sensaciones, y tener la capacidad de corregir sus errores.
Nadie tiene el derecho de consumir el amor
o la amistad de las personas
si uno mismo no la produce.
Nadie puede intercambiar un apretón de manos
con el puño cerrado.
DESCONOZCO EL AUTOR
Escrito por mi tribu urbana a las 26 de Diciembre 2005 a las 07:30 AM